Texto Base: Mateo 22:37-38
“Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.”
Introducción
La relación con Dios es el fundamento de la vida cristiana. No se trata de religión, reglas o rituales, sino de una relación personal y viva con nuestro Creador. A través de Jesucristo, Dios nos invita a caminar con Él, conocerle íntimamente y disfrutar de Su amor y dirección. Este bosquejo explora la naturaleza de nuestra relación con Dios, cómo fortalecerla y los frutos que produce en nuestra vida.
I. La importancia de tener una relación con Dios
A. Fuimos creados para una relación con Dios
- Dios nos diseñó para la comunión
- Desde el principio, Dios creó al hombre para tener una relación cercana con Él.
- Génesis 3:8: “Oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto al aire del día.”
- El pecado rompió esa relación
- El pecado separó al hombre de Dios, pero Su plan siempre fue restaurarla.
- Isaías 59:2: “Vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios.”
B. Jesucristo restaura nuestra relación con Dios
- Jesús, el camino al Padre
- Jesús es el único medio para reconciliarnos con Dios.
- Juan 14:6: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
- Justificados por la fe
- A través de Su sacrificio, tenemos acceso a la presencia de Dios.
- Romanos 5:1: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.”
C. Una relación basada en amor y no en religión
- Dios busca nuestro corazón, no rituales
- La relación con Dios no se trata de cumplir normas, sino de amarlo y obedecerlo.
- Oseas 6:6: “Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.”
- Un amor correspondido
- Amamos a Dios porque Él nos amó primero.
- 1 Juan 4:19: “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.”
II. Cómo desarrollar una relación con Dios
A. A través de la fe en Jesucristo
- Aceptar a Jesús como Salvador y Señor
- El primer paso para una relación con Dios es recibir a Jesús en nuestro corazón.
- Juan 1:12: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”
- Vivir en confianza y dependencia
- La fe nos lleva a confiar en Dios en todas las áreas de nuestra vida.
- Proverbios 3:5-6: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.”
B. A través de la oración
- Comunicación constante
- La oración es el medio para hablar con Dios y escuchar Su voz.
- Filipenses 4:6: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego.”
- Orar con sinceridad
- Dios busca una relación genuina, no palabras vacías.
- Mateo 6:7: “No uséis vanas repeticiones, como los gentiles.”
C. A través de la lectura de la Palabra
- Conocer a Dios a través de Su Palabra
- La Biblia revela el carácter, la voluntad y las promesas de Dios.
- Salmo 119:105: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.”
- Aplicar la Palabra en nuestra vida
- No basta con leerla; debemos vivir conforme a ella.
- Santiago 1:22: “Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores.”
D. A través de la adoración
- Adorar en espíritu y verdad
- La adoración es un acto de amor y rendición a Dios.
- Juan 4:24: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”
- Adoración como estilo de vida
- La adoración no se limita a un momento, sino que abarca toda nuestra vida.
- Romanos 12:1: “Presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios.”
E. A través de la obediencia
- Obedecer Sus mandamientos
- La obediencia demuestra nuestro amor por Dios.
- Juan 14:15: “Si me amáis, guardad mis mandamientos.”
- Vivir conforme a Su voluntad
- Nuestra relación con Dios crece al someternos a Su propósito.
- Mateo 7:21: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre.”
III. Obstáculos en nuestra relación con Dios
A. El pecado no confesado
- El pecado rompe nuestra comunión con Dios
- Necesitamos confesar y abandonar el pecado para restaurar la relación.
- Isaías 59:2: “Vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios.”
- Dios es fiel para perdonar
- Al confesar, experimentamos Su gracia y restauración.
- 1 Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar.”
B. Distracciones del mundo
- Prioridades equivocadas
- Las preocupaciones y placeres de la vida pueden alejarnos de Dios.
- Lucas 10:41: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.”
- Colocar a Dios en primer lugar
- Debemos buscar primero Su reino y confiar en que Él proveerá.
- Mateo 6:33: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia.”
C. Falta de comunión espiritual
- Negligencia en la oración y la Palabra
- Sin comunión constante con Dios, nuestra relación se enfría.
- Salmo 63:1: “Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré.”
- Reavivar nuestra pasión por Dios
- Necesitamos renovar nuestro compromiso con Él diariamente.
- Apocalipsis 2:4: “Has dejado tu primer amor.”
IV. Frutos de una relación sólida con Dios
A. Paz y gozo espiritual
- Paz en medio de las pruebas
- Una relación con Dios nos da paz, incluso en tiempos difíciles.
- Filipenses 4:7: “La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones.”
- Gozo inquebrantable
- El gozo del Señor es nuestra fortaleza en todo momento.
- Salmo 16:11: “En tu presencia hay plenitud de gozo.”
B. Dirección y propósito
- Guía en nuestras decisiones
- Dios nos dirige cuando estamos en comunión con Él.
- Salmo 32:8: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar.”
- Un propósito claro
- Descubrimos nuestro llamado al estar cerca de Dios.
- Jeremías 29:11: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros.”
C. Fortaleza espiritual
- Superar las tentaciones
- La comunión con Dios nos fortalece para resistir el pecado.
- 1 Corintios 10:13: “Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir.”
- Vencer en la batalla espiritual
- La relación con Dios nos da poder para luchar contra el enemigo.
- Efesios 6:10: “Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.”
D. Testimonio poderoso
- Reflejar el carácter de Cristo
- Nuestra relación con Dios transforma nuestro carácter y comportamiento.
- 2 Corintios 3:18: “Somos transformados de gloria en gloria.”
- Impacto en los demás
- Una relación sólida con Dios nos convierte en luz para el mundo.
- Mateo 5:16: “Alumbre vuestra luz delante de los hombres.”
Conclusión
La relación con Dios es el tesoro más valioso que podemos tener. A través de Jesús, hemos sido reconciliados con el Padre y tenemos el privilegio de caminar en comunión con Él. Esta relación transforma nuestra vida, nos da propósito y nos prepara para la eternidad.
Invitación final:
Hoy, evalúa tu relación con Dios. ¿Estás caminando cerca de Él o necesitas reavivar tu comunión? Dedica tiempo a la oración, la Palabra y la adoración. Jesús te invita a acercarte más a Él, como dice en Santiago 4:8: “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.” ¡Haz de tu relación con Dios tu prioridad y experimenta la plenitud de Su amor y gracia!