Texto Base: Juan 3:5
“Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”
Introducción
El concepto de “nacer del agua y del Espíritu” es central en el mensaje de salvación enseñado por Jesús. En Su conversación con Nicodemo, Jesús explicó que el nuevo nacimiento es esencial para entrar al reino de Dios. Este nacimiento no es físico, sino espiritual, e implica una transformación profunda del corazón y del alma. En este bosquejo, exploraremos el significado de esta enseñanza, su importancia para nuestra vida cristiana y cómo podemos experimentarla plenamente.
I. Contexto de la conversación con Nicodemo
A. ¿Quién era Nicodemo?
- Un líder religioso
- Nicodemo era un fariseo y miembro del Sanedrín, respetado por su conocimiento de la Ley.
- Juan 3:1: “Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.”
- Un buscador de la verdad
- Nicodemo vino a Jesús de noche, mostrando interés genuino por entender Su mensaje.
- Juan 3:2: “Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.”
B. El propósito de la enseñanza de Jesús
- Revelar la necesidad del nuevo nacimiento
- Jesús explicó que entrar al reino de Dios requiere un cambio radical, un nuevo nacimiento.
- Juan 3:3: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.”
- Aclarar la confusión espiritual
- Nicodemo no entendía el concepto de un nacimiento espiritual y necesitaba una explicación.
- Juan 3:4: “¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?”
II. ¿Qué significa “nacer del agua y del Espíritu”?
A. Nacer del agua
- El simbolismo del agua
- El agua simboliza limpieza, purificación y el arrepentimiento de los pecados.
- Ezequiel 36:25: “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias.”
- El bautismo como acto de arrepentimiento
- Juan el Bautista predicó el bautismo como un símbolo de arrepentimiento y preparación para recibir a Cristo.
- Mateo 3:11: “Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento.”
- Renovación espiritual
- El agua también representa el poder purificador de la Palabra de Dios.
- Efesios 5:26: “Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra.”
B. Nacer del Espíritu
- La regeneración espiritual
- Nacer del Espíritu implica una transformación interna hecha por el Espíritu Santo.
- Tito 3:5: “Nos salvó… por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.”
- El Espíritu Santo como dador de vida
- El Espíritu Santo trae vida espiritual al creyente.
- Juan 6:63: “El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha.”
- Un corazón nuevo
- El nuevo nacimiento implica recibir un corazón nuevo y un espíritu nuevo.
- Ezequiel 36:26-27: “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros.”
C. La conexión entre el agua y el Espíritu
- Una obra integral
- Ambos elementos, el agua y el Espíritu, trabajan juntos para traer limpieza y regeneración.
- Juan 3:5: “El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”
- No es un acto físico, sino espiritual
- El nacimiento del agua y del Espíritu no se refiere solo al bautismo físico, sino a una transformación espiritual profunda.
- Juan 3:6: “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.”
III. La importancia de nacer del agua y del Espíritu
A. Requisito para entrar al reino de Dios
- No se trata de religión, sino de transformación
- No basta con cumplir rituales religiosos; es necesaria una relación personal con Dios.
- Mateo 7:21: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos.”
- El nuevo nacimiento nos hace ciudadanos del reino
- Al nacer de nuevo, somos adoptados como hijos de Dios.
- Juan 1:12-13: “A todos los que le recibieron… les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”
B. La limpieza del pecado
- El agua simboliza la purificación
- El arrepentimiento y la confesión de pecados son esenciales para ser limpiados.
- 1 Juan 1:9: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados.”
- El Espíritu nos transforma
- El Espíritu Santo nos guía a vivir en santidad y nos capacita para vencer el pecado.
- Romanos 8:13: “Si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.”
C. Una nueva vida en Cristo
- Transformación total
- El nuevo nacimiento cambia nuestra manera de pensar, actuar y vivir.
- 2 Corintios 5:17: “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron.”
- Frutos del Espíritu
- La vida nacida del Espíritu produce fruto que glorifica a Dios.
- Gálatas 5:22-23: “El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia.”
IV. Cómo experimentar el nuevo nacimiento
A. Arrepentirse y creer en el evangelio
- Reconocer nuestra necesidad de salvación
- Debemos admitir nuestra condición pecaminosa y nuestra necesidad de un Salvador.
- Romanos 3:23: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.”
- Poner nuestra fe en Jesús
- Solo Jesús puede darnos el nuevo nacimiento.
- Hechos 4:12: “Y en ningún otro hay salvación.”
B. Ser bautizados como símbolo de arrepentimiento
- El bautismo como obediencia
- Aunque el bautismo no salva por sí mismo, es un acto de obediencia y fe.
- Mateo 28:19: “Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos.”
- Un testimonio público
- El bautismo es una declaración de nuestra nueva vida en Cristo.
- Romanos 6:4: “Somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que andemos en vida nueva.”
C. Buscar la llenura del Espíritu Santo
- Pedir al Espíritu Santo
- Jesús prometió enviar el Espíritu Santo a quienes lo pidan con fe.
- Lucas 11:13: “Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan.”
- Caminar en el Espíritu
- Vivir según el Espíritu implica obedecer Su dirección diariamente.
- Gálatas 5:16: “Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.”
V. Los frutos del nuevo nacimiento
A. Una vida de obediencia
- Seguir los mandamientos de Dios
- El nuevo nacimiento nos capacita para vivir en obediencia.
- Juan 14:15: “Si me amáis, guardad mis mandamientos.”
- Demostrar nuestra fe con obras
- Nuestra fe debe reflejarse en acciones concretas.
- Santiago 2:17: “La fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.”
B. Testimonio al mundo
- Ser luz en las tinieblas
- Los nacidos de nuevo reflejan la luz de Cristo en un mundo oscuro.
- Mateo 5:14: “Vosotros sois la luz del mundo.”
- Ser embajadores de Cristo
- Somos llamados a compartir el mensaje de reconciliación.
- 2 Corintios 5:20: “Somos embajadores en nombre de Cristo.”
C. Recompensas eternas
- Herederos del reino de Dios
- El nuevo nacimiento nos da acceso a la vida eterna con Dios.
- Juan 3:16: “Para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
- Un lugar preparado por Jesús
- Jesús promete un lugar eterno para quienes nacen de nuevo.
- Juan 14:2-3: “Voy, pues, a preparar lugar para vosotros.”
Conclusión
“Nacer del agua y del Espíritu” es un llamado a experimentar una transformación completa en Cristo. Este nuevo nacimiento no es opcional, sino esencial para entrar al reino de Dios. Jesús nos invita a rendirnos completamente a Él, permitiendo que Su Espíritu Santo nos regenere y nos transforme.
Invitación final:
Hoy, evalúa tu vida. ¿Has nacido del agua y del Espíritu? Si no, este es el momento de arrepentirte, poner tu fe en Jesús y permitir que el Espíritu Santo transforme tu vida. Juan 3:5: “El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” ¡Decide hoy vivir una nueva vida en Cristo!