Texto Base: Lucas 10:38-42
“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.”
Introducción
La presencia de Jesús en un hogar transforma vidas, cambia el ambiente y trae bendiciones espirituales y emocionales. El hogar es el núcleo de nuestra vida y el lugar donde las relaciones más cercanas se desarrollan. En este bosquejo, exploraremos cómo invitar a Jesús a nuestro hogar, el impacto que Su presencia tiene en nuestras familias y cómo podemos mantener un hogar centrado en Él.
I. La importancia de invitar a Jesús al hogar
A. Jesús desea estar en nuestros hogares
- Su ministerio incluía entrar a las casas
- Jesús no solo predicaba en sinagogas y plazas, sino que visitaba los hogares para ministrar.
- Lucas 19:5: “Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.”
- Busca una relación personal
- Jesús desea tener comunión con cada miembro de la familia.
- Apocalipsis 3:20: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él.”
B. El hogar como lugar de enseñanza y transformación
- Jesús enseña en el hogar
- Cuando Jesús está en el hogar, Su Palabra guía nuestras decisiones.
- Mateo 13:36: “Entrando Jesús en la casa, se le acercaron sus discípulos.”
- Transformación a través de Su presencia
- La presencia de Jesús transforma las relaciones familiares.
- Lucas 19:9: “Hoy ha venido la salvación a esta casa.”
II. Ejemplos bíblicos de hogares donde Jesús estuvo presente
A. El hogar de Marta, María y Lázaro
- Un hogar que recibe a Jesús
- Marta lo recibe, María escucha Su Palabra, y Lázaro experimenta Su poder.
- Lucas 10:38-39: “Una mujer llamada Marta le recibió en su casa.”
- Un lugar de milagros
- Jesús resucitó a Lázaro en este hogar, mostrando Su poder divino.
- Juan 11:25-26: “Yo soy la resurrección y la vida.”
B. El hogar de Zaqueo
- Transformación radical
- La presencia de Jesús cambió a Zaqueo y restauró su vida y sus relaciones.
- Lucas 19:8: “He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres.”
- Salvación para toda la familia
- Cuando Jesús entra a un hogar, trae salvación y reconciliación.
- Lucas 19:9: “Hoy ha venido la salvación a esta casa.”
C. El hogar del centurión
- Un hogar lleno de fe
- El centurión creyó en el poder de Jesús para sanar a su siervo.
- Mateo 8:8: “Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo, pero solamente di la palabra.”
- Milagros a distancia
- Incluso cuando Jesús no está físicamente en el hogar, Su poder opera a través de la fe.
- Mateo 8:13: “Ve, y como creíste, te sea hecho.”
III. Cómo invitar a Jesús al hogar
A. Reconocer Su Señorío
- Aceptar a Jesús como el centro de la familia
- Reconocer que Jesús es el fundamento de un hogar sólido.
- Josué 24:15: “Yo y mi casa serviremos a Jehová.”
- Someter nuestras vidas a Su voluntad
- Rendir cada área de nuestra vida y del hogar a Jesús.
- Mateo 6:33: “Buscad primeramente el reino de Dios.”
B. Practicar la oración en familia
- Orar juntos como familia
- La oración une a la familia y fortalece su relación con Dios.
- Mateo 18:20: “Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”
- Interceder por las necesidades del hogar
- Traer nuestras preocupaciones y necesidades delante de Dios.
- Filipenses 4:6: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios.”
C. Estudiar la Palabra de Dios
- Leer la Biblia en familia
- Dedicar tiempo a aprender juntos de la Palabra de Dios.
- Deuteronomio 6:6-7: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón.”
- Aplicar los principios bíblicos
- No solo leer, sino vivir conforme a las enseñanzas de la Biblia.
- Santiago 1:22: “Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores.”
D. Mantener un ambiente de amor y perdón
- El amor como base del hogar
- Un hogar donde Jesús es el centro debe estar lleno de amor y comprensión.
- 1 Corintios 13:4-7: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia.”
- Practicar el perdón
- Perdonar y reconciliarse rápidamente para mantener la unidad familiar.
- Efesios 4:32: “Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros.”
IV. Beneficios de tener a Jesús en el hogar
A. Paz y armonía
- Paz que sobrepasa todo entendimiento
- Jesús trae una paz que el mundo no puede dar.
- Juan 14:27: “La paz os dejo, mi paz os doy.”
- Armonía en las relaciones
- La presencia de Jesús promueve la unidad y la armonía en el hogar.
- Colosenses 3:14-15: “Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.”
B. Protección espiritual
- Jesús como el refugio del hogar
- Cuando Jesús está presente, Él protege a la familia de ataques espirituales.
- Salmo 91:1: “El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.”
- Resistencia contra las tentaciones
- Un hogar centrado en Cristo es menos vulnerable a las influencias negativas.
- 1 Corintios 10:13: “Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir.”
C. Provisión y bendiciones
- Dios suple las necesidades
- Un hogar donde Jesús es el centro experimenta la provisión divina.
- Salmo 23:1: “Jehová es mi pastor; nada me faltará.”
- Bendiciones materiales y espirituales
- Dios promete bendecir a aquellos que lo buscan y obedecen.
- Deuteronomio 28:2: “Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán.”
D. Testimonio poderoso
- Impacto en la comunidad
- Un hogar cristiano es una luz para los vecinos y amigos.
- Mateo 5:16: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres.”
- Hijos que siguen a Cristo
- Los hijos que crecen en un hogar cristocéntrico tienen más probabilidades de seguir a Jesús.
- Proverbios 22:6: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.”
V. Obstáculos para mantener a Jesús en el hogar
A. Distracciones y prioridades equivocadas
- El afán y las preocupaciones
- Las responsabilidades diarias pueden alejarnos de Jesús.
- Lucas 10:40: “Marta se preocupaba con muchos quehaceres.”
- Colocar otras cosas antes que Dios
- Cuando el trabajo, el entretenimiento o las relaciones ocupan el primer lugar, Jesús queda relegado.
- Mateo 6:24: “No podéis servir a Dios y a las riquezas.”
B. Falta de unidad espiritual
1. Falta de interés en buscar a Dios juntos
- Si los miembros de la familia no buscan a Dios en unidad, el hogar puede desintegrarse espiritualmente.
- Amós 3:3: “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?”
- Conflictos sin resolver
- Las discusiones y rencores no resueltos pueden alejar la presencia de Dios.
- Mateo 5:23-24: “Deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve, reconcíliate primero.”
Conclusión
Cuando Jesús está en el hogar, todo cambia. Su presencia trae paz, armonía, protección y bendiciones que transforman la vida familiar. Pero no basta con invitarlo una vez; debemos mantenerlo en el centro de nuestra vida diaria, buscando Su voluntad en todo lo que hacemos.
Invitación final:
¿Está Jesús en el centro de tu hogar? Si no es así, hoy es el día para invitarlo. Dedica tiempo a orar en familia, leer Su Palabra y vivir según Sus principios. Como dijo Josué: “Yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24:15). ¡Haz de tu hogar un lugar donde la presencia de Dios sea evidente para todos!