Texto Base: Filipenses 2:12
“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor.”
Introducción
La salvación es el regalo más grande que Dios ha dado a la humanidad. A través de la obra de Cristo en la cruz, hemos sido redimidos, reconciliados y hechos hijos de Dios. Sin embargo, la salvación no es algo que debamos tomar a la ligera; requiere cuidado, atención y diligencia para mantenernos en el camino que Dios ha trazado para nosotros. Este bosquejo explora qué significa cuidar nuestra salvación, por qué es importante y cómo podemos hacerlo de manera efectiva.
I. ¿Qué significa cuidar nuestra salvación?
A. La salvación es un regalo de gracia
- No es por obras humanas
- La salvación no se gana; es un regalo inmerecido que recibimos por la gracia de Dios.
- Efesios 2:8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”
- La obra completa de Cristo
- Nuestra salvación se basa en la obra perfecta de Cristo en la cruz.
- Juan 19:30: “Consumado es.”
B. Vivir en respuesta a esa gracia
- Demostrar frutos dignos de arrepentimiento
- Cuidar nuestra salvación implica vivir de manera que refleje nuestra fe en Cristo.
- Mateo 3:8: “Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento.”
- Una relación activa con Dios
- No se trata solo de una confesión inicial, sino de una relación continua con el Señor.
- Juan 15:5: “El que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto.”
C. Temor y temblor
- Reconocer la santidad de Dios
- Vivir con temor y temblor significa tener reverencia por Dios y Su santidad.
- Proverbios 9:10: “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría.”
- Tomar en serio nuestra vida espiritual
- Nos llama a no tomar a la ligera nuestra salvación, sino a vivir en obediencia y vigilancia.
- Hebreos 12:28: “Sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia.”
II. Por qué debemos cuidar nuestra salvación
A. Para no caer en el pecado
- El peligro del descuido espiritual
- Si no vigilamos, podemos alejarnos de Dios y caer en tentación.
- 1 Corintios 10:12: “El que piensa estar firme, mire que no caiga.”
- El pecado interrumpe nuestra comunión con Dios
- Aunque somos salvos, el pecado puede afectar nuestra relación con Él.
- Isaías 59:2: “Vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios.”
B. Para mantenernos firmes en la fe
- La salvación es un camino continuo
- Es un proceso que incluye justificación, santificación y glorificación.
- Hebreos 12:1: “Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.”
- La necesidad de perseverar
- Debemos permanecer fieles hasta el final para recibir la recompensa prometida.
- Mateo 24:13: “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.”
C. Para ser testigos eficaces
- Un testimonio que glorifique a Dios
- Nuestra vida debe reflejar la transformación que Dios ha hecho en nosotros.
- Mateo 5:16: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres.”
- Impactar a otros con el Evangelio
- Una vida que cuida su salvación es una herramienta poderosa para alcanzar a otros.
- 2 Corintios 5:20: “Somos embajadores en nombre de Cristo.”
III. Cómo cuidar nuestra salvación
A. Permanecer en Cristo
- Buscar a Dios diariamente
- La oración y la lectura de la Palabra son esenciales para nuestra vida espiritual.
- Josué 1:8: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley.”
- Vivir en comunión con Él
- Nuestra conexión con Cristo es la fuente de nuestra fortaleza espiritual.
- Juan 15:4: “Permaneced en mí, y yo en vosotros.”
B. Ser obedientes a Su Palabra
- Hacer lo que Dios manda
- Cuidar nuestra salvación requiere una vida de obediencia.
- Santiago 1:22: “Sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores.”
- Seguir Su dirección en todo momento
- Debemos buscar Su voluntad en cada decisión que tomamos.
- Proverbios 3:5-6: “Fíate de Jehová de todo tu corazón.”
C. Rechazar el pecado y las distracciones
- Despojarnos de lo que nos aleja de Dios
- Identificar y abandonar cualquier cosa que impida nuestro crecimiento espiritual.
- Hebreos 12:1: “Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia.”
- Resistir al enemigo
- Satanás busca desviar nuestra atención, pero debemos estar firmes en la fe.
- 1 Pedro 5:8-9: “Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo anda como león rugiente.”
D. Perseverar en la fe
- No desmayar en medio de las pruebas
- La perseverancia nos fortalece y nos prepara para la eternidad.
- Romanos 5:3-4: “La tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza.”
- Confiar en la promesa de Dios
- Dios es fiel para completar la obra que comenzó en nosotros.
- Filipenses 1:6: “El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”
IV. Frutos de cuidar nuestra salvación
A. Crecimiento espiritual
- Madurez en la fe
- Cuidar nuestra salvación nos lleva a un mayor entendimiento de Dios y Su Palabra.
- Hebreos 5:14: “El alimento sólido es para los que han alcanzado madurez.”
- Frutos del Espíritu
- Una vida que cuida su salvación produce amor, paz, paciencia y otros frutos espirituales.
- Gálatas 5:22-23: “El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz.”
B. Victoria sobre el pecado
- Fortaleza para resistir las tentaciones
- Al caminar con Dios, recibimos poder para vencer las tentaciones.
- 1 Corintios 10:13: “Fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir.”
- Vivir en santidad
- Nuestra vida refleja la santidad de Dios.
- 1 Pedro 1:15-16: “Sed santos en toda vuestra manera de vivir.”
C. Recompensa eterna
- La corona de vida
- Dios promete una recompensa para quienes perseveran en Su camino.
- Santiago 1:12: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida.”
- Entrar en Su presencia
- La recompensa final es estar con Dios por la eternidad.
- Apocalipsis 21:3-4: “El tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos.”
V. Ejemplos bíblicos de quienes cuidaron su salvación
A. Pablo: Un ejemplo de perseverancia
- Una vida dedicada al Evangelio
- Pablo trabajó incansablemente para cumplir el propósito de Dios en su vida.
- 2 Timoteo 4:7: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.”
- Confianza en la recompensa eterna
- Pablo vivió con la esperanza de recibir la corona de justicia.
- 2 Timoteo 4:8: “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia.”
B. Daniel: Firmeza en medio de la adversidad
- Fidelidad en un ambiente hostil
- Daniel cuidó su relación con Dios incluso en una cultura que se oponía a su fe.
- Daniel 6:10: “Él se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios.”
- Protección y favor divino
- Su fidelidad le permitió experimentar la protección sobrenatural de Dios.
- Daniel 6:22: “Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones.”
Conclusión
Cuidar nuestra salvación es un llamado que requiere dedicación, disciplina y una relación continua con Dios. No es solo una tarea, sino un privilegio que nos permite experimentar la plenitud de Su gracia y Su amor. Al hacerlo, glorificamos a Dios, fortalecemos nuestra fe y aseguramos una recompensa eterna.
Invitación final:
Hoy es el momento de reflexionar sobre cómo estás cuidando tu salvación. ¿Estás permaneciendo en Cristo? ¿Estás luchando contra el pecado y perseverando en la fe? Responde al llamado de Filipenses 2:12 y ocupa tu vida en tu salvación con temor y temblor, sabiendo que Dios es quien obra en ti para Su gloria. ¡Vive para Su propósito y experimenta la plenitud de Su gracia!